Por: Boris Romero
Lunes, 27 de diciembre de 2010.
¿Y dónde estás? Dolorosa pregunta que se hacen los manatieros.
Hoy se comienza a pensar en la reconstrucción no tanto por lo que nos aporte el gobierno, sino por el esfuerzo de cada hombre, cada mujer que esté pensando en el retorno. El golpe ha sido terrible, los pequeños ganaderos que tenían ganado por producción a la media en su gran mayoría devolvieron esas animales o vendieron sus reses a precios vergonzosos.
Manatí no debe seguir creciendo hacia el sur, eso lo advirtió el Dpto. de Sociales de la Institución Educativa San Luis Beltrán en una ponencia que ganó el Sexto Foro Educativo en Manatí, premiada departamentalmente y titulada “Manatí creciendo a la inversa” creo que las urbanizaciones no deben habitarse y comenzar a comprar terrenos hacia el norte, de la Normal Nacional hacía arriba, en la vía a Sabanalarga a lado y lado del arroyo Malavet con la respectiva canalización en concreto y que las calles estén pavimentadas y no seguir pensando en forma enana que la pavimentación, que el urbanismo no es fundamental para el desarrollo de una comunidad.
Tenemos que reconocer que el atraso urbanístico de los últimos 25 años es terrorífico, donde no hay una política de desarrollo comunitario sino una política personalista en donde se rinde tributo a la ventaja que cada funcionario pueda obtener. Eso tiene que cambiar y aunque la actual alcaldesa pertenece al mismo grupo político que ha venido gobernando al municipio en forma ineficiente, es otra persona con una filosofía que creo y espero diferente. El Canal del Dique es una obra del resorte nacional, pero son los gobiernos locales los que deben alertar sobre su falta de mantenimiento y el alcalde de Manatí y el gobernador del Atlántico pudieron exigir el constante dragado del canal, hace tres años en época de sequía se podía cruzar hacia San Cristóbal Bolívar de a pie por playas inmensas que nos informan de la gran sedimentación en esta gran obra hidráulica de Colombia, peor aún hace menos de dos meses encallaron tres buques en el delta del Río Magdalena, eso es exceso de sedimentación que impide que el gran río vierta sus aguas con mayor velocidad y en mayor cantidad al Mar Caribe, pero nadie creía en Manatí, que las desventuras de esos buques también podría influir en nuestra catástrofe, por eso hoy está entrando al sur de Atlántico 8% de todo el caudal del Rio Magdalena.
Para finalizar “Prevención de Desastres” es para prevenir, si el canal estaba que se venía ¿por qué no se tenían 10 volquetas y una retro-excavadora en la zona, piedras y una orden para sacar tierra de una cantera que está ubicada a 20 kilómetros del lugar y de fácil acceso? Se habría tapado pues su abertura era de 15 metros de ancho y 2 metros de profundidad, cuando lo supo el gobernador a las 5 P.M del fatídico 30 de noviembre. Lo que pasa es que el gobernador andaba de payaso diciendo que el Atlántico estaba blindado e hizo una “chavada”, regalar a otros lo que estamos necesitando, mientras los carros disponibles eran los de ASOGAMA, ASOPAGAMA y los que contrataba la alcaldía de Manatí. Creyó este gobernador inútil tapar el boquete en dos días y lo que tenemos son 12 pueblos en agua y más de 60 mil hectáreas arruinadas. Cuatro días bastaron para cambiarnos la vida y andamos deambulando por las calles prestadas y las casas prestadas y bajo plástico degradante. ¡Bravo gobernador siga siendo payaso!