Voces Manatieras: Boris
LA MECEDORA.
No te dejes matar

Por: *Boris Romero Jiménez
boris@manati.ws


En el sardinel mientras veo pasar la delincuencia, guardo mi celular…

Uno sale en Manatí y ve una cantidad de caras extrañas, uno es como forastero dentro de este pueblo, los niños, adolescentes y jóvenes menores de 30 años que no respetan a nadie, que todo lo hacen, pero cuando son descubiertos no han hecho nada. Cuando uno pone una queja, preguntan en forma cínica “¿Tú me viste?” o “¿Qué pruebas tienes?”

Hay robos a residencias, atracos a mano armada, lesiones personales, pero los delincuentes tienen el derecho fundamental de herir a la víctima, “para la moto, no te vayas a hacer matar”. Los delincuentes al parecer tienen ese derecho de vivir bien del trabajo del otro. Tan seguro estamos de esto que nadie denuncia nada, no denuncia la comunidad porque en forma convencida me dicen: “No vale la pena, es mejor no ganarse enemigos”. Otra tontería “eso no fue en Manatí”

Insisto en que no es cuestión de autoridad estatal  o  de Policía o de la alcaldesa, el problema son los dramáticos cambios sociales que ha venido sufriendo nuestro pueblo, los valores se han invertido, tenemos otra forma de ver nuestra juventud, los derechos excesivos y yo diría abusivos están acabando por formar niños sin carácter, sin Dios y sin Ley, donde el mayor propiciador de ese nuevo ciudadano es la familia. No podemos desde fuera de la familia intentar mejorar la situación, no haga nada a un niño que en su casa no le hagan y déjelo que forme su propia personalidad. Exacto, autoformación.

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Entonces deje que se forme libremente el ingeniero, el carpintero, el de servicio general, el drogadicto, el matemático, el ratero, el escritor, el abusador, el chismoso, el carismático, el perezoso etc. No ponga a barrer a quien no ponen a barrer en su casa, no ponga a hacer mandados a quien en su casa no lo  mandan, le dan todo, no ponga a leer a quien no tiene hábito de lectura en su familia, en conclusión no le importe un comino cómo se están formando los hijos de los demás, no grite. Silencioso eres más encantador. 

Manatí tuvo violencia y mucha, entre 1960 y 1970 por ser epicentro de luchas campesinas, para la recuperación o la obtención de tierras para todos, los jóvenes de la época, muchos todavía vivos fueron encarcelados por los terrenos aluviales que terratenientes querían apoderarse, era otro tipo de violencia que nos dio el sistema agrario que hizo que Manatí fuera orgullo del Atlántico al ser nombrado como despensa regional, esa fue una violencia para trabajar y no para robar a nadie, al contrario muchas veces esos jóvenes fueron víctimas de manos criminales, pero esa historia gloriosa, es eso, historia. Ahora hay  un gran desempleo y de una vida fácil y papi dependiente de nuestra juventud. Culpables? Todos nosotros.

Casi todos los domingos en los años 70 y 80 en El Paso, En el Campito del Villa, en El Cerezal, en La Piñuelita, en La Chupa Cuero, había violencia a puño limpio, entre jóvenes por un gol en La Bola de Trapo o por las apuestas, en El Cerezal la mayor autoridad era el gran Mocho Méndez, que sólo daba la apuesta a quien tenía razón, En El Paso era el Yaya Marriaga, los mayores eran autoridad en ese juego. Ya no hay Bola de Trapo, había fumadores de alucinógenos, pero, muy pocos, ahora son muchos, había trabajo para jóvenes, ahora no, había que hacer lo que dijera mamá y papá, ahora se hace lo que dicen los hijos.

Bien, así estamos  acosados de los delincuentes, realmente uno no reconoce el joven sano, con el joven delincuente, todos se visten iguales, la forma de vestir no nos hace delincuente, quizá es que estoy viejo, por eso no me gusta la forma moderna de vestirse.

sábado, 18 de mayo de 2019
*Boris Rubén Romero Jiménez es licenciado en Educación Matemática. Actualmente se desempeña como profesor de la Institución Educativa San Luis Beltrán de Manatí Atlántico.
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