Voces Manatieras: Boris
LA MECEDORA EN EL SARDINEL.
El viaje de dos pescadores para hablar con Dios.

Por: *Boris Romero Jiménez
boris@manati.ws



Eran turnos de pesca, el primero salía de Manatí a las 4:00 A.M y a eso de las 8:00 A.M regresaban los pescadores que pasaban la noche pescando, a las 2:00P.M, se iban los pescadores que pasarían de nuevo la noche pescando y regresaban los de la mañana. En esos carros iba y venía parte de la vida económica de Manatí, tinto arepa dulce, tabaco, pescado frito, cantaros para la leche, mentadas de madre, apodos a todos los pasajeros, olor a cigarrillo fugado al revés, olor a comida a rancio, el chisme del día anterior, olor a  dinero etc. 

Hace unos días Calmito Suarez y José Bonito, dos buenos pescadores, dos buenas hombres, boga y atarraya salieron a ese gran viaje, en el camino iban hablando como hablaban en el bus de José Palacio o en otros carros a los que llamábamos “el carro de los pescadores”, cómo es posible, decían con sus conocidas sonrisas, que estos dirigentes vayan a dejar perder El Embalse del Guájaro, que lo que era nuestro ya no es, que nos jodimos, que en campaña sólo prometen pendejadas y cuando llegan allá parece que la mente les deja de funcionar, pues ya no hay ideas y no hay campesinos, ni pescadores, que no fomentan el empleo, que se la pasan “jarte que jarte ese ron del Colorao”.

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Su viaje junto es para decirle a Dios que estamos matando lo que él creó, dirán que ellos, por muchos años vivieron de pescar y pesca en abundancia, y que había vida animal y vegetal, que tampoco quemaban el junco para sacar hicoteas, que ya se perdió el ponche, que ya no hay pescador sino criadores de mojarras como si fueran pollos, su carne es jipata, y que para dar sabor tienes que echarle los guisoles, que qué vaina es esa de poner máquinas para que la mojarra tenga oxígeno, cuando en el Embalse del Guájaro el oxígeno es producto del movimiento natural de las aguas. 

Calmito Suarez le dirá, “Papá Dios mete tu mano, porque esos dirigentes van a dejar acabar lo que quedó de tu obra que nos daba pejes” 

José Bonito le dirá como nos decía a todos “Compa Dios ¿Qué va a esperar usted? Ni Arenca, ni Chaschas, ni Moncholo, ni Choncha, menos Bocachico quedará” 

Niño Boris, como me decía Calmito Suarez y su esposa, “hoy tuve que poner los porros a funcionar, hice un tiro y cada jico tenía un peje” a Dios le dirá “cada jico sale blanquiaó”

Se fueron y van a llevar esas malas noticias al resto de pescadores manatieros, que están allá, de hecho se llevaron su canoa, su mechón, su atarraya, su horquilla, su arpón, su tras maya, sus anzuelos, ¿para qué iban a dejarle eso a sus nietos? Si ahí ya no hay nada y no se sabe para qué hicieron  esa Transversal del Sur que supuestamente es para tener una vista hermosa. El arte de pescar se acabó, ahora zangarrean la Tilapia en los criaderos y el estrés que eso le genera al animal en su angustia por la sobrevivencia va en contra de su buen sabor.  

Tuvieron buen viento y buena mar estos dos hombres que llevan esas malas noticias, toca orar a ver si por obra divina dejan llenar el Embalse del Guájaro. 

Hemos perdido tantas cosas y nos han quitado en nuestra propia presencia, que parece que Manatí ya no tiene más nada que perder. 

sábado, 1 de agosto de 2020
*Boris Rubén Romero Jiménez es licenciado en Educación Matemática. Actualmente se desempeña como profesor de la Institución Educativa San Luis Beltrán de Manatí Atlántico.
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